
En una sesión marcada por intensos debates, el Congreso Nacional aprobó y despachó a ley el proyecto de fraccionamiento pesquero, pieza clave de la nueva legislación que regula la actividad extractiva en el país. La norma establece cómo se distribuirán las cuotas de captura entre el sector artesanal y el industrial, especialmente en la pesquería de merluza común, una de las más controversiales del proceso.
El Senado ratificó este martes el informe de la comisión mixta —encargada de conciliar diferencias entre ambas cámaras— con 38 votos a favor, ninguno en contra y una abstención, mientras que la Cámara de Diputadas y Diputados ya había dado luz verde con 122 votos a favor, 15 en contra y 2 abstenciones.
Merluza común: la más disputada
Uno de los aspectos centrales fue la cuota de la merluza común. Según lo aprobado, si la cuota global anual es igual o inferior a 35.020 toneladas, el reparto será de 45% para los pescadores artesanales y 55% para la industria. En caso de exceder esa cifra, el extra será destinado al sector artesanal, hasta alcanzar un máximo del 50% para cada uno.
El proyecto también incluye la creación de una patente especial de 1,3 UTM por tonelada, aplicable a la pesca industrial cuando se capture jurel asignado por otro país. Además, se definieron reglas para especies acompañantes, como el besugo, que por su profundidad solo puede ser capturado con medios industriales.
La merluza fue el foco de controversias luego de un error en la entrega de cifras por parte de la Subsecretaría de Pesca, lo que generó tensión entre los legisladores y temor por el posible cierre de operaciones de empresas como PacificBlu en la Región del Biobío.
Críticas y reserva de constitucionalidad
El senador Juan Antonio Coloma (UDI) planteó reparos formales al proyecto, señalando que el mecanismo de financiamiento no fue revisado por la Comisión de Constitución. “La creación de una patente debe ser visada por Hacienda”, argumentó, haciendo reserva de constitucionalidad. En la misma línea, la senadora Luz Ebensperger (UDI) propuso aplazar la votación para que el tema se revisara adecuadamente.
Reparto para otras especies
El proyecto establece un esquema detallado para diversas pesquerías. Algunos ejemplos son:
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Anchoveta (zona centro-sur): 90% para el sector artesanal, 10% para el industrial.
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Jurel (zona norte): 15% artesanal y 85% industrial.
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Merluza del sur (Región de Los Lagos): 70% artesanal y 30% industrial.
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Camarón naylon (entre Antofagasta y Biobío): 25% artesanal, 75% industrial.
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Langostino colorado: Hasta 700 toneladas para artesanales. Sobre ese umbral, se reparte en tramos con un tope de 70% para la industria.
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Jibia (nivel nacional): Entre 80% y 90% para el sector artesanal, con ajustes anuales de hasta cinco puntos.
Otros recursos como la sardina común, reineta, congrio dorado y merluza de cola también fueron incluidos con porcentajes específicos que, en la mayoría de los casos, favorecen al sector artesanal, aunque algunas especies continúan con predominio industrial.
Con la aprobación de esta ley, se avanza en uno de los componentes más esperados de la nueva legislación pesquera, dejando atrás aspectos cuestionados de la llamada “Ley Longueira” y abriendo un nuevo capítulo en el modelo de administración de los recursos marinos del país.
AGRICULTURA.CL
AGENCIA UNO