
La Diputada Emilia Nuyado rechazó y apuntó a una falta de respeto hacia las comunidades indígenas costeras y la pesca artesanal, las declaraciones emitidas por el expresidente Eduardo Frei en la Cumbre Empresarial Chile-Japón —donde afirmó que “lo primero que tenemos que hacer es matar la Ley Lafkenche”.
Al respecto la parlamentaria señaló que “estos dichos son inaceptables. No se puede hablar de desarrollo matando los derechos de los pueblos indígenas. La Ley Lafkenche no es una traba, es una herramienta de justicia territorial que protege el vínculo ancestral con el mar y garantiza la participación de las comunidades que históricamente han cuidado ese ecosistema”.
La Ley Nº 20.249 —conocida como Ley Lafkenche— permite a comunidades costeras de pueblos originarios solicitar Espacios Costeros Marinos de Pueblos Originarios (ECMPO), reconociendo su relación espiritual, cultural y económica con el borde costero. Para la Diputada, el intento de eliminar esta norma responde a una mirada extractivista y centralista que invisibiliza a quienes habitan y protegen el litoral.
“El verdadero problema no es la Ley Lafkenche, sino la expansión desregulada de industrias como la salmonicultura, que ha contaminado fiordos completos, desplazado a la pesca artesanal y afectado la biodiversidad. Defender el mar no es un obstáculo, es una obligación ética y ecológica”, recalcó.
Además, la legisladora recordó que “la actividad pesquera en Chile está regulada por ley y que no cualquiera puede ejercerla libremente sin inscripción ni autorización, por lo que los discursos que relativizan esta realidad solo contribuyen a desinformar a la opinión pública”.
“La pesca no es un territorio sin ley. Las y los pescadores artesanales cumplen requisitos, están registrados y muchas veces son quienes primero denuncian malas prácticas y sobreexplotación. El expresidente Frei debería reconocer eso antes de atacar una ley que precisamente ordena y protege el uso del mar”, afirmó Emilia Nuyado.
Así mismo, la diputada Mapuche “llamó al Gobierno y al Congreso a fortalecer, no debilitar, las herramientas de resguardo territorial y participación comunitaria, y pidió respeto por las comunidades costeras y los pueblos originarios del sur de Chile.
“Eliminar la Ley Lafkenche no es avanzar. Es retroceder en democracia, en descentralización y en respeto por quienes viven, trabajan y cuidan el borde costero desde mucho antes que llegaran los intereses industriales. La inversión no puede pasar por encima de la dignidad ni de los derechos colectivos”, concluyó Emilia Nuyado.
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