![LRM COMUNICACIONES_AUTOPLANET 13[92]](https://www.radioantillanca.cl/wp-content/uploads/2025/06/LRM-COMUNICACIONES_AUTOPLANET-1392-1024x683.jpeg)
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Las precipitaciones pueden causar en los vehículos agrícolas corrosión en los metales y fallas eléctricas en sus sistemas de control provocando retrasos en la producción agrícola. Un mantenimiento preventivo cada 100 horas de uso ayudará a un buen funcionamiento.
Las lluvias intensas y prolongadas han generado grandes afectaciones en el sector agrícola, no solo por la saturación del suelo y los retrasos en las siembras, sino también por el daño directo que ocasionan en la maquinaria agrícola, especialmente en tractores y equipos pesados utilizados para la preparación del terreno como fue el año 2024.
Si bien las lluvias en Chile han traído alivio a algunos agricultores tras años de sequía, también han generado nuevos desafíos. Mientras que, en zonas tradicionalmente secas, como Coquimbo y Atacama, las precipitaciones han permitido recargar acuíferos y mejorar los cultivos, en regiones del centro y sur del país, como La Araucanía y Los Lagos, el exceso de agua ha provocado históricamente anegamientos y retrasos en las cosechas.
Sin embargo, trabajar bajo condiciones de humedad extrema incrementa el desgaste prematuro de componentes clave de los vehículos agrícolas, lo que puede derivar en reparaciones costosas e imprevistas, afectando así la rentabilidad de las explotaciones agrícolas. Desde Agroplanet, empresa especializada en soluciones agrícolas y tecnología de maquinaria, señalan que el impacto que puede tener la lluvia y el frío en la maquinaria agrícola es considerable.
«La exposición prolongada a la humedad genera corrosión en partes metálicas, fallos eléctricos en sensores y sistemas de control, y obstrucciones en filtros de aire y sistemas hidráulicos. Además, al operar en terrenos mojados, hay mayor riesgo de compactación del suelo, lo cual afecta tanto al terreno como al rendimiento de los equipos», sostiene Kurt Schwerter, Subgerente Comercial de Agroplanet.
El efecto que esto puede tener en la producción agrícola es relevante. Para Schwerter, “un tractor fuera de servicio significa interrupciones en labores críticas como arado, siembra o fertilización. Esto no solo retrasa cronogramas productivos, sino que también reduce la ventana óptima de operación, lo que puede afectar la calidad de la cosecha y generar pérdidas económicas significativas”.
Un aspecto no menor es que los costos ante desperfectos de la maquinaria producto de las condiciones climáticas pueden ser elevador si se afectan componentes electrónicos o sistemas hidráulicos. “Las reparaciones pueden llegar fácil sobre un millón de pesos, dependiendo del modelo y el nivel de daño. Por eso insistimos en la importancia del mantenimiento preventivo como medida de mitigación”, explica Kurt Schwerter.
En ese sentido, es clave hacer un mantenimiento previo de esta maquinaria regularmente que permita asegurar su correcto funcionamiento. Eso implica un mantenimiento preventivo cada 100 horas de uso, incluyendo revisión de aceites, filtros, sistema eléctrico y componentes estructurales. “En temporadas de lluvia, es fundamental realizar inspecciones más frecuentes, especialmente después de jornadas largas en condiciones húmedas”, dice el ejecutivo.
Por todos estos factores es que desde Agroplanet explican que el impacto de las lluvias en los vehículos agrícolas va más allá de simples retrasos en el campo; sino que se traduce en costos adicionales, daños técnicos y una reducción en la eficiencia productiva.
“La inversión en mantenimiento adecuado y la adopción de buenas prácticas de manejo de la maquinaria se presentan como herramientas fundamentales para minimizar estos efectos y garantizar la sostenibilidad del sector agrícola en tiempos de clima extremo”, concluye Schwerter.
Sobre Agroplanet
Agroplanet, con más de 68 años de experiencia, es una de las principales empresas de implementos, insumos y repuestos de maquinaria agrícola en Chile, y que con el compromiso por el campo les ha permitido ser líderes en esta industria.
Gabriela Lazo
Directora de Cuentas