La Confederación de Sindicatos Bancarios y del Sistema Financiero expresó su fuerte rechazo a la propuesta de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que busca eliminar el tradicional feriado bancario del 31 de diciembre. La CMF presentó una normativa que tiene como objetivo adaptar la legislación vigente a los cambios introducidos por la Ley Fintec, que afecta a los artículos 37 y 38 de la Ley General de Bancos, en un esfuerzo por mejorar los canales de atención de las instituciones bancarias. Sin embargo, los sindicatos consideran que esta medida no solo excede las competencias de la CMF, sino que también atenta contra derechos laborales establecidos.
“Un derecho esenciales para los trabajadores”
Según la Confederación de Sindicatos Bancarios, la eliminación del feriado no está justificada y demuestra un desconocimiento total de cómo opera la industria financiera. En un comunicado, afirmaron que la CMF está invadiendo funciones que deberían ser competencia del Ministerio del Trabajo, y criticaron la falta de argumentos sólidos para eliminar un derecho que los trabajadores del sector bancario han mantenido durante más de medio siglo. “El feriado del 31 de diciembre ha sido un derecho esencial para los trabajadores, y su eliminación, además de injustificada, va en contra de los esfuerzos por fomentar el uso de tecnologías en el sistema bancario”, indicaron.
Los sindicatos también cuestionaron la contradicción entre el objetivo declarado de la CMF de fomentar el uso de tecnologías y la propuesta de abrir las sucursales bancarias en un día que tradicionalmente ha sido no laborable, lo cual podría desalentar el uso de servicios digitales que son más accesibles y económicos tanto para clientes como para bancos. En este sentido, también expresaron que los propios propietarios de los bancos parecen no ver la necesidad de abrir en diciembre 31, lo que refuerza la falta de sentido práctico de la medida.
Finalmente, la confederación apuntó que la decisión de la CMF revela una falta de consideración por los trabajadores y una intensificación del trabajo sin beneficios claros. La automatización y el uso de nuevas tecnologías, aunque promovidas como avances, no siempre han sido positivas para los asalariados, quienes han sufrido una ola de despidos y mayores exigencias laborales. “No se consigue un mayor compromiso de los trabajadores cuando, unilateralmente, se pretende eliminar un derecho tan arraigado”, concluyeron.
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